21/Feb/2013 Volver
La respuesta es simple y clara: el acceso a crédito no es justo y estos no son para todos. Ahora, esta dura respuesta tiene varias aristas. Vamos por parte y veamos por qué.
El acceso a los créditos en Chile está asociado a altas tasas de interés y largos plazos de pago. Esto es así porque la gente prefiere pagar una cuota baja, aunque sea en muchos meses y aceptando que el sistema los castigue, haciendo que el costo total del crédito sea mucho mayor, muchas veces superando el doble del monto solicitado.
En cambio cuando las personas acceden a plazos más cortos de pago, el interés también es menor, pero el pago de las cuotas representa un gran porcentaje del sueldo de las personas.
Este juego hace que algunos no puedan acceder a créditos. Y los que acceden, lo hacen a costos altísimos, porque son consideradas personas riesgosas. El sistema se mueve a través de la desconfianza.
Otra de las razones de por qué los créditos son caros y excluyentes, es porque la intermediación es costosa: muchas sucursales, muchas personas, un exceso de burocracia y costos innecesarios encarecen algo que debería ser simple y de fácil acceso para todos.
Confianza: la nueva moneda
En Cumplo creemos que la confianza es la nueva moneda a tranzar en el mercado financiero. Pero la confianza no es gratuita: se gana y puede ser medida, evaluada y construida. Tampoco es un tema de estrato social, ni poder adquisitivo. Se trata de buenos hábitos, de transparencia.
Con esta transparencia en Cumplo todos saben hacia dónde va su plata, a quién financia y cuáles son los costos que paga por ello. Y por último, en Cumplo, valoramos a quienes mantienen un buen compartimento de pago, ya que creemos que **la reputación de quienes conforman esta red de confianza es clave para hacer cambios en el corazón del sistema financiero y transformarlo en un sistema más justo para todos. **